ELPAIS.com - Sección Cultura

28 diciembre 2009

"Tres vidas de santos", de Eduardo Mendoza

El autor y su obra:(Ver aquí)
La obra:
Estoy de acuerdo en que "La verdad sobre el caso Savolta" fue una novela rompedora. Convengo también en que "La ciudad de los prodigios" fue una delicia para los que nos gusta rastrear en los orígenes del genio cultural de Barcelona y sus habitantes. Incluso estoy por admitir que la capacidad de fabulación, la maestría para contar una historia, y el dominio del ritmo narrativo de Eduardo Mendoza se encuentran fuera de lo que es habitual en nuestra narrativa más reciente. Pero también he de decir que la mayor parte de estas virtudes están ausentes de sus últimos relatos, agrupados bajo el título de "Tres vidas de santos". Y lo digo porque, menudencias aparte, se me antoja inquietante la escasa preocupación del autor porque las historias que nos cuenta tengan una mínima apariencia de verdaderas, o, dicho de otra forma, que sean verosímiles, esto es, creíbles, desde el punto de vista literario, claro es. Y ello se debe a que, a mi modesto entender, la falta de verosimilitud es el más letal de los defectos de los que puede adolecer un relato. Y ello por la sencilla razón de que el lector no acaba de tomárselo en serio. Y cuando eso ocurre, apaga y vámonos, que diría el castizo. Y no hablo a humo de pajas.
En el primero de estos relatos, "La ballena", existe una escena impagable que al final casi salva el relato. Me refiero a la magistral descripción del Congreso Eucarístico de Barcelona contemplado desde un balcón por la familia de la tía Conchita, trasunto de una burguesía catalana devenida franquista por mor de haberle visto las orejas al lobo durante la Guerra Civil. Pero el relato, ya digo, termina por naufragar, víctima de la falta de credibilidad de alguna de las situaciones. Veamos algunas. En primer lugar, por muy mal concepto que se tenga de la formación del clero -y yo no lo tengo muy alto, la verdad- es difícil imaginar un zote del tamaño de Don Fulgencio Putucás, pese a lo desterrado que se pueda encontrar in partibus infidelium. Si, además de ello, nos desayunamos con que el ilustre tonsurado, ha ejercido de sicario, se hace anticlerical y deambula por las calles de Barcelona convertido en borrachín, traficante de drogas y mendigo, el lector acaba al borde del delirio y se siente tentado de abandonar la lectura. Pero hay más: da la impresión de que el propio autor termina embriagándose con sus propios disparates y, al final, claro, no sabe cómo rematar la faena de tanto enredo como ha montado, y, así, en media página, resuelve, de forma penosamente cómica, las vidas y milagros, del tío Antón, la tía Eulalia, el tío Fran, el tío Víctor, el tío Agustín y su enfermera que, al final, se casa con un ingeniero de Kuwait ¿Quién da más?
En el segundo relato, "El final de Dubslav", la falta de credibilidad y el absurdo andan de la mano. Para empezar, resulta un tanto extraño que la madre del protagonista decida quedarse encinta para que, rechazada por la sociedad, pueda dedicarse a lo que realmente le gusta, la investigación científica. ¿Rebuscado, verdad? ¿No habría sido más fácil no engendrar un hijo del que luego no se va a ocupar ni poco ni mucho? Item mas, ¿qué extraña enfermedad padece el protagonista que, pese a todo, no le impide ir cambiando neumáticos por el desierto a un ritmo frenético sin que podamos atisbar ni una mala estación de servicio? Si, según todos los indicios, nos encontramos en la República del Chad, ¿cómo es posible encontrar en pleno desierto una cruz que, según datos del narrador, seguramente se debe al paso de los cruzados por aquellas lejanas tierras? ¿Una cruzada, de las ocho que hubo, que recala en tan recónditos parajes? También la falta de respeto por la verdad histórica ,y, en definitiva, por el lector, puede ser de efectos mortíferos en un relato que quiera pasar por medianamente convincente desde el punto de vista literario
El tercero relato, "El malentendido", para mi gusto el mejor de los tres -acaso por aquello de que en él nos aparecen hermosas palabras sobre el poder de la literatura, "que puede rescatar vidas sombrías y redimir actos terribles"- tampoco está exento de ciertas limitaciones. Por ejemplo, bautizar al protagonista con un nombre chocante -Antolín Cabrales Pellejero- sin duda con el ánimo de buscar la complicidad risueña del lector, es recurso que, por sobado, resulta impropio en un novelista tan avezado como Eduardo Mendoza. Pero hay más. ¿Cómo es posible que la profesora de literatura diga que Antolín era un alumno del montón tras haberse merendado a escritores como Sthendal, Balzac, Proust y Musil, al tiempo que hablaba de lo leído con cierta sensatez? ¿Es acaso creíble que un individuo medicocre se convierta en novelista de postín y sea invitado como conferenciante a las más pretigiosas universidades? ¿Cómo es posible que a una persona del montón se le adjudiquen afinidades literarias con Genet, Gorki, García Lorca o Valle Inclán?
Pero, ahora que caigo, ¿no vendrá el título de la obra a justificar muchas de las ocurrencias milagreras, despropósitos y desafueros que en ella concurren? ¿No estará Mendoza haciendo hagiografía? Podría ser. Pero el truco, aparte de facilón, no me hace preferir sus relatos a los de la "Leyenda dorada", de Jacobo de la Vorágine. ¡Esas sí que son vidas de santos!

28 noviembre 2009

"Pastoral americana" de Philip Roth


El autor: Una reseña del autor y su obra vino a estas páginas con motivo de "La Mancha humana". Ver aquí

La obra.
De nuevo Philip Roth nos lleva, de la mano de su alter ego Nathan Zuckerman, a los entresijos de la sociedad americana, las debilidades humanas en un relato intenso, apasionado y profundo, magníficamente trazado, con extraordinario manejo del tiempo y ritmo que nos lleva de menos a más, gran conocimiento de la sociedad norteamericana y del mundo, especialmente en los años que van desde el asesinato de Kennedy al Watergate. Con Roth todo es literatura: desde la fabricación de guantes a la cría de ganado vacuno o de los usos sociales a los acontecimientos deportivos.
“Pastoral americana” (Premio Pulitzer) fue publicada en 1997 y es un relato riguroso de la realidad de los años 60 y sus grandes cambios. La novela parte del deseo de prolongar en el tiempo el “sueño americano” de ese “American way of life” que quiere universalizar la forma de entender la vida, la democracia, la sociedad de consumo y la economía de mercado.
La obra nos narra la historia de Seymour Levov, el “Sueco” Levov, atleta, guapo, inteligente, rico, rubio y triunfador. Hijo y nieto de hombres hechos a sí mismos, que prosperaron en la creencia de que todos los ciudadanos sienten que pueden alcanzar una vida mejor, mas ricos y mas feliz. El Sueco Levov se aproxima (quiere, imita y lo intenta) al ideal norteamericano “WASP” (Blanco anglosajón y protestante) (el es Judío) dominante en una sociedad multitud de razas, culturas y religiones. Está casado con una bella ex Miss, Dawn, y tiene una hija, Merry. Nada les falta, ni siquiera el vivir en una granja, rodeados de prados y vacas. Todo es bello y bucólico, digno de una Pastoral a ojos del narrador Zuckerman hasta que averigua que tras esa fachada, jamás descompuesta, se encuentra un drama intenso causado por Merry, de ideas radicales y activista terrorista, que ha causado varias víctimas mortales.
A partir de este momento todo se cuestiona: educación, cultura, religión, ideas o tendencias sociales y políticas. El narrador nos lleva con lentitud, a través de testimonios indirectos, al pleno conocimiento de la conciencia, sentimientos, dudas y relaciones del protagonista, su familia y acontecimientos de la época. Los personajes son tratados con mimo, comprensión y ternura. No hay responsabilidades ni causas a los efectos de los comportamientos de la hija, la esposa, familiares o el propio Sueco Levov. Solamente en el dialogo con su hermano Jerry, cuando acude en busca de consuelo, se intuye el reproche de un comportamiento hipócrita al mantener la compostura, las maneras, hasta cuando cualquiera se hubiese comportado de manera más práctica que esos irreprochables modos.
La destreza para mezclar la historia personal y la historia política y social de los 60 es tan magistral como la manera de llevarnos a ellas.
Una historia apasionante, admirable y un nuevo regalo de Roth al lector.

"El batallón de los perdedores" de Salvador Gutiérrez Solís


El autor y su obra

Salvador Gutiérrez Solís (1968- )
En 1996 publicó su primera novela, Dictando al cojo. A ésta siguieron La sonrisa de Lucía (1997), El color de la sangre (1998), Premio Juan Valera, y La novela de una novelista malaleche (1999), finalista en el Premio Nacional de la Crítica. En 2000 publicó El coleccionista (Círculo de Lectores), y en 2001 La fiebre del mercurio y Spin Off. En 2003, Más de cien bestias atrapadas en un punto. Jugadores y coleccionistas, 2004, su único libro de relatos. En 2005, El sentimiento cautivo. En 2006 recuperó al novelista malaleche en El batallón de los perdedores. En 2007 su primera biografía, Barnaby Conrad, una pasión española. Ese mismo año, reaparece el malaleche en Guadalajara 2006. Ha participado en decenas de antologías. Ha sido traducido a varios idiomas. Ejerce la crítica literaria y es articulista en El Día de Córdoba.

La obra: El batallón de los perdedores
Novela llena de ironía, ácida y rocambolesca donde las haya. En un relato ameno, ágil y divertido el autor no deja títeres con cabeza en el mundo del libro que no se tambalee y caiga estrepitosamente y, en esa caída, arrastre la moda de los libros sobre la guerra civil española, los premios literarios y los enjuagues de los jurados, la escritura por terceros, el negocio de las agencias literarias....
Ficción y mucha realidad.

18 noviembre 2009

Visita al Museo "Colección Casa de Alba"

Museo de Bellas Artes de Sevilla
Colección Casa de Alba



Con motivo de la muestra en Sevilla de Obras escogidas de la colección Casa de Alba, el grupo de lectura Asaber acordó girar una visita conjunta y aprovechar los conocimientos de nuestro compañero José que generosamente se ha brindado a ejercer de monitor.
El día asignado para visita ha sido el 18 de Noviembre de 2009. A las 9’00, hora de apertura del museo, estábamos todos entrando en la exposición expectantes y ansiosos de recibir la información que nuestro amable guía nos iba a dar sobre esa colección compuesta por 40 piezas, esculturas y cuadros procedentes de los palacios de Liria y Dueñas que hacen un recorrido por la historia de la pintura y de la familia.
Y la ansiedad no necesitó espera. Comenzamos con una Magdalena bellísima y no menos sensual, penitente y arrepentida, pero sin abandonar sus atractivos de mujer, que se acompaña de símbolos como el perfume y la calavera. Una santa María Magdalena que nunca dejó de ser mujer.
Solo fue el comienzo de una excursión en la que aprendimos de estilos, pintores, historia de filias y fobias entre pintor y los que encargaban la pintura, cuadros aduladores, otros tiranos, otros cortesanos y alguno............. solo firmado.
Nos enamoró el barroco con sus líneas oblicuas, complejidad de elementos, figuras cercanas al hombre para servir de elemento de propaganda, diversidad de focos de luz. ¡¡Preciosa “Sagrada Familia”!!
¿Y que decir de los retratos? Extraordinarios los unos, aduladores los otros, de maravillosa ejecución todos. Abundan los de la familia como el de Goya “La duquesa de blanco”, otro de la duquesa con vestido de multitud de tonalidades rojas y, como no, el de la duquesa niña a caballo también de Zuloaga. Otros retratos son de Tiziano, Rubens o Romero de Torres y algún otro de autores que no recuerdo pero que el cuadro permanece vivo en nuestra memoria.
Es mucho lo que aprendimos de arte en esta visita sobre los distintos estilos, cómo unos fueron reacción a otros anteriores, cómo aparecieron los cuadros para ser posteriormente vendidos por el autor en los que el pintor hace obras de pequeño tamaño para acceder a un mercado nacido de la burguesía y no siempre para la Iglesia o la nobleza.
También vimos composiciones extrañas, ingrávidas, con elementos pegados más propios del actual Photoshop.
El resultado fue salir “Impresionados” (no podía ser menos) después del recorrido, tras dos cortísimas horas, contentos y agradecidos a nuestro guía y con el propósito de repetir la experiencia con la exposición del Tesoro del Carambolo en el Museo Arqueológico.

07 noviembre 2009

Excursión a la Sierra Norte



No todo en la vida es literatura, también necesitamos de momentos menos elevados y compartidos con familiares y amigos. Y eso es lo que hicimos el pasado día 7/11/2009: nos fuimos de excursión a la Sierra Norte de Sevilla a disfrutar de un hermoso día de campo y comer en compañía unas "migas serranas".







Fue un día maravilloso de campo, amistad, paseo y tertulia.
Sabemos que es difícil a veces poner en marcha, y coincidir tantos, en una excursión a un punto lejano y sin más interés que el de disfrutar de un día en comunidad. Siempre el merito de un día como el pasado día 7 es compartido y así lo decía en la convocatoria: no importa que haga frío o calor, que haya setas o no, que llueva o que las migas se quemen........el día lo supimos hacer maravilloso entre todos.
Hay siempre un esfuerzo en la preparación y para ello se brindaron Gamito, Javier, Paca y sus niños, Gonzalo y Clara, Robledo y Rafael que juntos nos fuimos la tarde anterior con hora de comprar el pan de las migas, merendar y otras viandas que ya estaban esperando ser recogidas. Con más diversión que esfuerzo preparamos las tapitas de queso de leche cruda de oveja, salchichón y lomito ibérico, partir nueces (que por cierto no se para qué pero nos reímos mucho) poner al frío las bebidas.....y otros menesteres para tener todo a punto para la mañana siguiente. Tras esas faenas nos preparamos una cena exquisita y brindábamos por el éxito del encuentro.
Todos fuisteis puntuales por lo que dio tiempo al desayuno de tostadas y churros, a una pequeña visita por el pueblo y castillo y la ermita de la virgen del Robledo, patrona de la localidad y disfrutamos no solo de la presencia de los componentes del grupo de lectura (Berta, Paca, Gamito, Charo, Lola, Anna, Antonia, María, Mercedes, Rosa y Nieves) sino también de consortes( José Luís, Javier, Luís, Xabier, y Pepe) y amigos (Paco, Toñi, Carlos, Reyes, Chelo y Julia) y de tres maravillosos niños (Gonzalo, Amaya y Clara) que supieron adaptarse y hacernos disfrutar de su cariño. Los que no fueron sabemos que les fue imposible y los recordamos.
Fue un día inolvidable.
Ya hemos hecho otras excursiones y creo que así da gusto atreverse a organizar algo y no cabe duda que estas "actividades paralelas" cohesionan y enriquecen.
Hubo fotos aunque se nos olvidó hacer una del grupo completo.

30 octubre 2009

"Últimas tardes con Teresa", de Juan Marsé.

El autor
Juan Marsé Carbó, nacido Juan Faneca Roca (8 de enero de 1933) (Distintos biógrafos sitúan su nacimiento en Barcelona y otros en Porcuna), es un novelista español de la llamada Generación de los 50, concretamente de la denominada Escuela de Barcelona. Marsé recibió el Premio Cervantes en su edición de 2008, lo que muchos interpretaron como un reconocimiento general a esta generación de escritores.
¿Nació en Porcuna? Tras la muerte de su madre en el parto, es adoptado por el matrimonio Marsé, de quienes toma el apellido. Sin terminar sus estudios, se dedicó desde la adolescencia al oficio de joyero. Trabajó durante algún tiempo en la revista Arcinema. En 1959 obtuvo su primer premio literario, el Sésamo de cuentos por su relato Nada para morir y dos años más tarde publicó su primera novela Encerrados con un solo juguete.
Se casa en 1966 con Joaquina Hoyas, de la que tendrá dos hijos, Alejandro y Berta; en este mismo año publica la novela La oscura historia de la prima Montse, donde encontramos las claves del universo literario que ha seguido cultivando hasta el presente.
La década de los 90 supone la consagración definitiva del escritor barcelonés. En 1990 recibe Premio Ateneo de Sevilla por El amante bilingüe.

Su obra

http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Mars%C3%A9#Obras
Adaptaciones cinematográficas
http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Mars%C3%A9#Adaptaciones_cinematogr.C3.A1ficas

La obra

Toda novela es hija de un tiempo y un lugar, eso es cosa sabida. Pero ésta lo es en grado sumo, pese a sus limitaciones, que son muchas. La novela aparece en 1966, pero los hechos que se narran tienen lugar diez años antes. Y no por casualidad. En mi opinión, Marsé debió sentirse impresionado por la revuelta estudiantil que tuvo lugar en Madrid en el mes de febrero de 1956, a la que, por cierto, se alude en la novela, y que significó una importante inflexión en la historia del Franquismo: por primera vez, los hijos de los vencedores en la Guerra Civil se enfrentaban a sus papás y al régimen que habían contribuido a crear. Esto, por lo que se refiere al marco histórico en que aparece la obra. Pero, obviamente, una novela es algo más que eso. Y aquí es donde vienen los problemas. Los personajes no se definen por sí mismos, lo que sabemos de ellos depende sólo de lo que el autor quiere que sepamos, con lo que quedan desprovistos de identidad, en lugar de haber permitido que se expresen a través de los diálogos, que, por lo demás, son simples, primarios y elementales. En suma, estas criaturas carecen de vida propia. Acaso por esta misma razón, la relación entre el "Pijoaparte" y Teresa se nos antoja inverosímil, cosa que el mismo narrador reconoce cuando nos advierte que el abismo cultural entre ambos era muy grande. Pero no hacía falta : ¿alguien se imagina un diálogo sentimental entre El Carmelo y San Gervasio, por muy apetecible que esté el "Pijoaparte" y muy deseosa de perder su virginidad que se encuentre Teresa? La visión del mundo estudiantil se basa en prejuicios e ideas primarias, lo que parece injusto, por mucha inocencia y simpleza que hubiera en aquellas cenáculos universitarios de iluminados que, mediante discusiones sobre el sexo de los ángeles, pretendían derrocar el Franquiasmo. Da la impresión de que Marsé, obrero él mismo, estuviese ejecutando una vendeta, un ajuste de cuentas con un estamento con el que no simpatizaba, él sabrá por qué. Y es que, tengo la impresión, de que el autor parte de un estereotipo: obreros buenos, sanotes y abnegados, frente a estudiantes superficiales, parásitos y desclasados.De todo ello se derivan personajes previsibles y acartonados. En suma una novela, si no mala, sí perfectamente prescindible. ¿Qué por qué Marsé ha recibido el Premio Cervantes?. Me temo que para responder a esta pregunta hay que prescindir de consideraciones de tipo literario y acudir a otras que poco o nada tienen que ver con la excelencia narrativa de un autor. Pero esto no debe escandalizarnos. Lo mismo ocurre con el Nobel. Por cierto, ¿para cuándo el premio a Vargas Llosa?

17 junio 2009

"Una lectora nada común" de Alan Bennett


El autor y su obra: Alan Bennett
Alan Bennett novelista, dramaturgo y guionista inglés nacido en Leeds en 1934, es autor de muchas y celebradas obras teatrales como "Habeas Corpus", "Forty One Years On", "Kafka's Dick" o "The Madness of George III" (adaptada después al cine), guiones cinematográficos como Prick Up Your Ears (basado en la vida de Joe Orton), y piezas televisivas, en especial "Talking Heads" y "An Englishman Abroad", que lo han convertido en uno de los autores británicos más queridos. Asimismo es muy apreciado como actor. Empezó a escribir en prosa hace solo unos diez años.
Sus novelas:
La dama de la furgoneta 2009
Una lectora nada común 2007 (2008)
Con lo puesto 2002
La ceremonia del masaje 2002
(ver http://es.wikipedia.org/wiki/Alan_Bennett )

La obra: Una lectora nada común
Se nos presenta como una pequeña narración donde se relata la repentina afición de la reina de Inglaterra a la lectura.
Pero dentro de ese relato hay una sencilla, delicada, divertida y amena novela dedicada a todos: lectores consumados y potenciales. A los unos llevándoles información sobre autores y obras; a los otros incitándolos a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Ese saber desordenado, disperso e incitante que la lectura abre y que tras descubrir el placer de leer se quiere transmitir y compartir con los demás.
De camino, y con fina ironía, deja una dura crítica a la ignorancia literaria de la sociedad y políticos actuales todos ellos investidos y orgullosos de maneras y retórica inculta.
El tratamiento a la monarquía inglesa es respetuoso pero apoderándose de todos sus tópicos de los que hace una simpática caricatura, dejándonos de boca de la ilustre lectora un sin fin de frases y pensamientos, muchos de los cuales todos hemos meditado.
Así, nos recuerda cómo la lectura nos modifica vida y sentimientos, nos humaniza y democratiza, todos somos iguales ante ella, de tal modo que segundas lecturas de una misma obra nos sorprende con distinta visión, con otro sabor, porque “leer es un músculo que, al ejercitarlo, se desarrolla”.
De nuevo nos encontramos con un pequeño libro que encierra una inteligente y hermosa obra.

Sevilla 17/06/2009

"Un millón de luces" de Clara Sánchez

El autor y su obra: Clara Sánchez
Clara Sánchez nació en Guadalajara en 1955. En la actualidad reside en Madrid, donde estudió la carrera de Filología Hispánica y donde durante varios años enseñó en la universidad.
Colabora habitualmente en El País. Y durante unos cinco años lo hizo en el programa de cine de TVE "Qué grande es el cine".

Sus novelas:
Presentimientos (2008). Alfaguara.
Un millón de luces (2004). Alfaguara.
Últimas noticias del paraíso (2000). Alfaguara.
El misterio de todos los días (1999). Alfaguara.
Desde el mirador (1996). Alfaguara.
El palacio varado (1993). Editorial Debate.
No es distinta la noche (1990). Editorial Debate.
Piedras preciosas (1989). Editorial Debate.

La obra: Un millón de luces
La autora hace un recorrido por el mundo del trabajo pero solo por sus personas, del resto se desentiende, es un mundo desconocido para el lector ya que en ningún momento entra a discernir entre lo ilícito o lo ilegal de las actividades empresariales, a pesar de la dedicatoria que hace a modo de introducción.
Asiste como una observadora que relata, como viendo por el ojo de una cerradura, al teatro de vanidades de una empresa llena de trepas, búhos, cuervos carroñeros...y sobre todo buitres y ratas. Nadie se salva de esta fauna, o quizás pretende salvarse ella aunque sin conseguirlo. Nada transmite de los sentimientos humanos ni del mundo de la empresa, que evidentemente desconoce.
La novela está llena de juicios de valor sobre las personas y hechos que intuye que pudieran haber sido pero que no son.
Un autentico cotilleo y murmuración, escrito en formato de extenso telegrama, sobre las personas que pasan la vida medrando por la vida, la empresa, el sexo o el amor.
Eso sí, todo ello contado (que no escrito) con ironía. Con mucha ironía. Que eso es lo que queda, sólo eso.

27 mayo 2009

"Expiación" de Ian McEwan

El autor y su obra: Ian McEwan es un novelista y guionista británico. Nació en Aldershot, hijo de un militar escocés. La familia se trasladó sucesivamente a Singapur, Trípoli y otros lugares. Tras abandonar sus estudios, McEwan viajó a Grecia y más tarde asistió a las universidades de Sussex y East Anglia. Sus dos primeras colecciones de relatos, Primer amor, últimos ritos (1975) y Entre las sábanas (1978), resultaron muy controvertidas. El autor emplea en ellas un estilo muy elaborado para ofrecer extraños relatos cotidianos de obsesiones sexuales, perversidad y muerte. Su primera novela, Jardín de cemento (1978), en la que unos niños entierran el cadáver de su madre en el sótano, se ocupa de estos mismos temas. En 1979 una serie suya para la televisión saltó a los titulares de la prensa nacional al ser censurada por la BBC por una escena en la que aparecía un pene flotando en el interior de un recipiente. Escribió otras novelas igualmente macabras. Expiación alcanzó muchas ediciones y Chesil Beach está teniendo mucho éxito.
Sus novelas:
El jardín de cemento (1978)
El placer del viajero (1981)
Niños en el tiempo (1987)
El inocente (1989)
Los perros negros (1992)
Amor perdurable (1997)
Amsterdam (1998)
Expiación (2001)
Sábado (2006)
Chesil Beach (2008)

La obra: Expiación
McEwan construye un melodrama con todos los ingredientes de un guión de serial televisivo: Chica (Cecilia) de familia rica y chico (Robbie) pobre, hijo de una sirvienta, están enamorados pero son victimas de una falsa acusación por violación que los separa. Las desgracias se suman a los horrores de la guerra condicionando una vida. Todo podría ser una aproximación a la novela romántica del XIX.
El verano de 1935 nos sumerge en el ambiente victoriano y decadente de la casa de los Tallis donde todo parece rodar sin problemas con incidencias domésticas de escaso interés y por el rumor de la guerra, todavía lejanos. La pasión espontánea entre Cecilia y Robbie pone un punto de calor humano y lujuria en la apacible y bucólica casa señorial.
Comienza el drama con la violación de la prima Lola y la acusación de Briony a Robbie y su detención basada en ella, dándose a entender desde el principio que no es el verdadero culpable.
La segunda parte la llena la guerra mundial, con un Robbie amnistiado de la cárcel a cambio de enrolarse en la infantería inglesa, un ejército que se bate en retirada empujado por las tropas alemanas y un Robbie que sólo busca regresar a casa, donde le espera Cecilia, que ha roto relaciones con su familia por amor y lealtad a Robbie.
La última parte, que es la que propiamente explica el título de la novela, se centra en Briony, la pequeña de los Tallis, que con 13 años fue quien acusó en falso, pero ¿inconscientemente?, a Robbie y que ahora, cinco años después, trata de enmendar el error enfrentándose a Cecilia y a Robbie, que no le perdonan porque ha destrozado sus vidas.
El epílogo, ubicado en 1999, con una Briony septuagenaria y aquejada por un deterioro cerebral, diluye la fuerza del drama con el objetivo de explicar la novela dentro de la novela. Ya es una famosa escritora que explica la grandeza de la literatura para dar vida a lo que pudo ser y no fue. Es su expiación.
Estilo fácil, diálogos suficientes, buen ritmo y aceptable nivel de suspense invitan a leer esta novela, de estilo y tema muy común a otras obras inglesas, que con buen tiempo narrativo introduce temas tan interesantes como que la vida de las personas cuelgue de esa fina red que el azar y la suerte teje a su alrededor: la pequeña Briony a basado una grave acusación por la errónea interpretación de unos hechos y ha torcido los renglones de la vida sometiéndolos a un destino injusto.
La novela produce sentimientos encontrados en los lectores que por lo general la encuentran interesante, cinematográfica y con buena traducción. Historia con poca consistencia y personajes planos (salvo Briony) y que la publicidad de la obra había elevado las expectativas a niveles de obra maestra.

Sevilla 27/05/2009

18 mayo 2009

Mario Benedetti

Ha muerto un hombre, un poeta, un amante...........
A los 88 años ha muerto Mario Benedetti, en su tierra, en Montevideo, donde él quiso transportarnos con su lucha comprometida contra todas las dictaduras, con su palabra cargada de sentidos y de sentimientos, con su Tregua.
Nos ha dejado el poeta que nos enseñó a enamorarnos de la mano de sus poemas o al ritmo de sus versos cantados por Serrat, el conocedor de la sensibilidad femenina, el que tan profundamente amó a Luz, su esposa, a la que cuidó hasta su muerte y lo dejó malherido.
En el poema ‘Maquina’ decía “La vida es una máquina / para la que no hay respuestas / ni repuestos”. Eran versos postreros, recientes, del que ve llegada su hora.
Vino a nuestra página, de la mano de Paca, con motivo del Día Internacional de la Mujer en Marzo de 2008. En un comentario ella nos decía que tenemos que leerle ahora que escribe.....si esperamos....podremos sentir que escribió. Ese momento ya ha llegado.
Viene hoy a nuestro club como homenaje a una vida plena de enseñanzas, de compromisos (Noción de Patria), de sentimientos contenidos en sus poemas de amor (Hagamos un trato, Corazón coraza, Táctica y estrategia....) o contándonos la vida cotidiana de seres comunes que sienten como héroes en la Tregua, esa obra en prosa cargada de poesía y que tanta emoción provoca.
Ay Dios, Ay Dios, Ay Dios............te has ido pero seguirás entre nosotros.
Dejo su voz y sus versos en la voz de Serrat en nuestra lista de audio y sirva estas letras para homenaje suyo.

Su biografía y sus poemas pueden leerse y oírse aquí

22 abril 2009

"La señora Dalloway" de Virginia Woolf


La autora y su obra: Virginia Woolf
Novelista y crítica británica cuya técnica del monólogo interior y estilo poético se consideran entre las contribuciones más importantes a la novela moderna. Nació en Londres en 1882 y habitó en el barrio londinense de Bloomsbury, barrio que dio nombre a un grupo de intelectuales y librepensadores al que perteneció. Sus primeras novelas, Fin de viaje (1915), Noche y día (1919) y El cuarto de Jacob (1922), ponen de manifiesto su determinación por ampliar las perspectivas de la novela más allá del mero acto de la narración. En sus novelas siguientes, La señora Dalloway (1925) y Al faro (1927), el argumento surge de la vida interior de los personajes, y los efectos psicológicos se logran a través de imágenes, símbolos y metáforas. Otras obras son Las olas (1931) Orlando (1928), Una habitación propia (1929). El 29 de marzo de 1941 se suicidó ahogándose a los 59 años.

La obra: La Señora Dalloway
Los acontecimientos en La señora Dalloway abarcan un espacio de doce horas y el transcurso del tiempo se expresa a través de los cambios que paso a paso se suceden en el interior de los personajes, en la conciencia que tienen de sí mismos, de los demás y de sus mundos. Los personajes se muestran según sus impresiones personales, sentimientos y pensamientos: un monólogo interior en el que la realidad de los seres humanos y sus circunstancias normales aparecen como extraordinarios. Y es que la vida se vive así y no a capítulos.
Una lectura superficial nos lleva a un monótono, confuso y lento relato crítico a la sociedad victoriana, con su hipocresía, que tan bien contó Oscar Wilde, donde no falta la alusión crítica a comerciantes enriquecidos, una hueca clase media alta, la política y los políticos, las guerras (mundial y por el imperio) o la situación de la mujer como mero adorno. Sólo Sally parece estar fuera de contexto.
Pero tras esa lectura se percibe un valiente alegato a la situación de la mujer insatisfecha y atrapada, a la descripción de la locura de la mano de Septimus Warren Smith, al amor fracasado entre Clarissa Dalloway y Peter Walsh, la desesperación de Rezia o la fresca y original Sally.
Pero si es importante esa originalidad narrativa con el monologo interior de los personajes, no lo es menos la prosa y vocabulario con la que está escrito con un estilo muy próximo a la poesía, rico lenguaje figurativo, con el que la autora nos hace vagar por un pasado de los personajes que se convierte en su presente y lo condiciona.
Mientras, nos refresca con una suave y fresca brisa londinense de un día del mes de junio y nos deja imágenes y frases llenas de poesía que van conformando la obra como pinceladas de un retrato impresionista.
Obra lejos de su ‘Al faro’ o ‘Una habitación propia’, que no conmueve ni agita, pero que saca a relucir ese feminismo, conformista que no se revela, pero que se manifiesta en la conservadora sociedad inglesa del primer cuarto del S. XX.

Sevilla 22/04/2009

18 marzo 2009

"Memorias de cenizas" de Eva Díaz Pérez


La autora y su obra:
Eva Díaz Pérez (Sevilla, 1971).


Licenciada en Ciencias de la Información. Finalista del Premio Nadal 2008 con la novela "El Club de la Memoria" (Destino). Finalista del Premio de Novela Fernando Lara con "Memoria de cenizas", (Fundación Lara, 2005). En 2006 publica la novela "Hijos del Mediodía" (Fundación Lara) Premio de Narrativa El Público de Canal Sur a la mejor novela andaluza publicada ese año. En abril aparecerá el libro "La Andalucía del Exilio" (Fundación José Manuel Lara, 2008). Autora del libro satírico "El polvo del camino. El libro maldito del Rocío" (2001) y coautora de la biografía "Salvador Távora. El sentimiento trágico de Andalucía" (Fundación Lara, 2005). Columnista de opinión en El Mundo, redactora especializada en temas de cultura y crítica teatral en el mismo diario. Premio de Periodismo Ciudad de Huelva (1997), Accésit del Premio de Periodismo Joven Manuel Alcántara (1998). Finalista del Premio de Periodismo Cultural Francisco Valdés de Periodismo Cultural (2003 y 2004). Colabora en "Mercurio", "Sibila", "Andalucía en la Historia" o "Los papeles Mojados de Río Seco". Ahora prepara su tercera novela, un ensayo sobre el exilio intelectual republicano y una guía literaria sobre Sevilla.

La obra: Memoria de cenizas
«Mi novela es la historia de una disidencia, de unos personajes heterodoxos, cuya vida y obra se ha intentado silenciar por ser incómoda y contraria a la oficial», dice la propia autora que define su novela como una «historia novelada».
Memoria de cenizas desvela las circunstancias que favorecieron la revisión de los dogmas religiosos en una ciudad que idolatra y adora reliquias de pelos y pieles de santos, la Sevilla del siglo XVI, a través de los acontecimientos que marcan la ciudad en esa época: la llegada de la riqueza de las Indias, las procesiones religiosas y la Inquisición con los autos de fe y la consiguiente quema de los condenados. Todas esas ceremonias eran una fiesta desmedida, lo que dice mucho del gusto por el boato religioso en nuestra ciudad. Esa «Sevilla perdió entonces la gran oportunidad de ser un centro del humanismo y del librepensamiento».
A través de este relato, la autora nos aproxima a una época en la que la Santa Inquisición trajo a Sevilla “El Carnaval de la Muerte”: La tortura, la quema, el aislamiento, el frío, el dolor, la soledad, el horror del castillo de San Jorge de Triana y el tenebrario se instala en las bases de una religión intransigente dominada por los que matan en nombre de Dios y que, escuchando mensajes celestiales, hacen oídos sordos a cualquier palabra de humanidad y piedad; los mismos que se ceban en los que no piensan igual o se afanan en el conocimiento de nuevas corrientes del humanismo y siempre de la mano de los monarcas españoles y del papado, personificado en el inquisidor y contrareformista Pablo IV.
La novela nos lleva de la mano a la inquietud nacida en el monasterio de San Isidoro del Campo por hombres que proclamaban que “Innato es en los hombres el deseo de saber”, a su aprovisionamiento de documentos y libros de Juan Calvino, Erasmo de Rótterdam y Martín Lutero por Julián Hernández (Julián le Petit o Julianillo), así como a la Sevilla que vio nacer y gestarse la reforma protestante de manos de nobles y doctos eclesiásticos que pretendían hacer carne la palabras, respirarlas y consumirlas con deleite .
No es la calidad literaria ni lingüística la que nos arrebata la atención en esta lectura, sino la verdadera protagonista: una Sevilla de mancebías en el Arenal que esperan a marineros, en la que se oye y se siente los pasos clandestinos en la noche, el miedo en sus ciudadanos, el color de la “cochinilla”, el olor de las calles a curtidurías, fritangas y grasas para los fabricantes de jabón a base de almarjos, la invasión de las aguas del Guadalquivir que se libera de su cauce tras las lluvias y que igual trae riquezas que muerte, el lóbrego silencio de las celdas del Castillo de Triana ....protagonista que conocemos y vive con nosotros y que desde ahora la miramos y percibimos con el conocimiento del pasado.
La autora nos refresca el conocimiento que Menéndez y Pelayo en 1880-82 nos legó en su “Historia de los Heterodoxos Españoles” (Cap. XIII a XV): De aquellos que sufrieron encarcelamiento, la humillación, el exilio, la persecución, la tortura y la muerte: Casiodoro de Reina, Del Corro, Varela, Garci Arias, Ponce de León, María Bohórquez, Isabel de Baena, Zafra, Pérez de Pineda, Ponce de la Fuente... y tantos de quienes se colgaron sus sambenitos en la fachada de la Catedral y que, cubiertos con sus corozas, como modernos nazarenos, murieron en el quemadero del Prado o de aquellos otros que deambularon por la Europa protestante huidos del fuego de la Inquisición para dejarnos la Biblia del Oso y el testimonio escrito de los horrores de una época......y del Monasterio de San Isidoro del Campo, en Santiponce, cuna de los reformistas y que por motivo de esta lectura hemos visitado.

Sevilla 18/03/2009

04 marzo 2009

En memoria de Antonio Machado

En recuerdo:
A petición de nuestra amiga y compañera de lecturas Antonia, viene a ocupar un hueco en esta página Don Antonio Machado, de cuya muerte en el exilio se cumple este año el 70º aniversario.

Mis ojos en el espejo
son ojos ciegos que miran
los ojos con que los veo.

Se cuenta que fueron los primeros versos de Machado, aunque todos le recordamos por su “Retrato” que comienza con…

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierra de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
….
Un gran sevillano

Su vida
Antonio Machado nace en Sevilla, en el palacio de las Dueñas el 26 de julio de 1975, en el seno de una familia de la burguesía media, liberal y progresista. Es el segundo hijo del matrimonio de Antonio Machado y Álvarez y Ana Ruiz Hernández, después de Manuel, nacido en 1874, a los que siguieron otros cuatro hermanos.
Cuando Machado tiene ocho años su familia se traslada a Madrid (septiembre), donde el abuelo ha sido nombrado catedrático de historia natural en la Universidad Central. Antonio Machado y su hermano Manuel ingresan como alumnos en la Institución Libre de Enseñanza (fundada en Madrid en 1876 por los profesores separados de la universidad oficial, y bajo la inspiración de Francisco Giner de los Ríos); eran profesores de la Institución, entre otros, José de Caso, Francisco Giner de los Ríos, Manuel Bartolomé Cossío, José Ontañón y Francisco Quiroga.
En junio del 1899 viaja a París, donde se reúne con su hermano Manuel, para trabajar como traductor en la editorial Garnier. Se instalan en el hotel Médicis, donde se alojó Verlaine en sus últimos años, en pleno Barrio Latino; conocen a Oscar Wilde (un año antes de su muerte) y viven el ambiente de bohemia del «fin de siglo» de París. Allí traban amistad con Enrique Gómez Carrillo (quien había publicado ya un primer libro, de crónicas, Bohemia sentimental) y con Pío Baroja (que al año siguiente publicaría también su primer libro, de no menos significativo título, Vidas sombrías). En París, Machado escribe buena parte de los poemas que más tarde formarían Soledades. Regresa a Madrid en octubre y volvió a visitar París en 1902, año en el que conoció a Rubén Darío, del que será gran amigo durante toda su vida. En Madrid, por esas mismas fechas conoció a Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y otros destacados escritores con los que mantuvo una estrecha amistad. Fue catedrático de Francés, y en 1907 se traslada a Soria donde conoció a Leonor Izquierdo con quien se casó dos años más tarde, cuando ella cuenta con quince años, y que morirá en 1912.
En 1907 aparece la nueva edición, reformada, de Soledades un complejo libro donde Machado asimila y objetiva la quintaesencia del pensamiento poético que vivió y que recibió en herencia. En su entraña íntima es una «escenificación» del fracaso romántico y del mundo burgués. En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia Española de la lengua. Durante los años veinte y treinta escribió teatro en compañía de su hermano Manuel, estrenando varias obras entre las que destacan La Lola se va a los puertos, de 1929, y La duquesa de Benamejí, de 1931. Cuando estalló la Guerra Civil española estaba en Madrid. Posteriormente se trasladó a Valencia, y Barcelona, y en enero de 1939 se exilió, (junto a otros 400.000 españoles) al pueblo francés de Colliure, donde murió el 22 febrero, tres días antes que su madre.
Su obra poética se inicia con Soledades, que fue escrita entre 1899 y 1902. En el breve volumen notamos ya muchos rasgos personales que caracterizarán su lírica posterior. En Soledades, Galerías y otros poemas (octubre de 1907) la voz del poeta se alza con personalidad propia. Quizá lo más típico de esa personalidad sea el «tono» nostálgico, suavemente melancólico, aun cuando hable de cosas muy reales o de temas muy de la época: jardines abandonados, parques viejos, fuentes, etc. Espacios a los cuales va aproximándose a través del recuerdo, del sueño o de las ensoñaciones.
Espero que en el espacio de comentarios, los integrantes de este club de lecturas, dejen sus palabras de amor y homenaje a este gran poeta

18 febrero 2009

"¡Otra maldita novela sobre la guerra civil!" de Isaac Rosa

El autor y la obra

El autor: Isaac Rosa nació en Sevilla en 1974 y actualmente reside en Madrid.
Es autor de:
- Adiós muchachos (1998, teatro)
- El ruido del mundo (1998, novela)
- La malamemoria (1999, novela)
- Kosovo. La coartada humanitaria (2001, ensayo)
- El vano ayer (2004, Seix Barral, novela).
- ¡Otra maldita novela sobre la guerra civil! (2007, Seix Barral, novela), reedición ampliada de La malamemoria (1999).
- El país del miedo (2008, Seix Barral, novela)
Por su novela “El vano ayer” obtuvo: Premio Rómulo Gallegos 2005, Premio Ojo Crítico 2004 y Premio Andalucía de la Crítica 2004

La obra: ¡Otra maldita novela sobre la guerra civil!
Llega esta obra a nuestro club de lectura antes de una próxima visita del autor a la Biblioteca Infanta Elena para una tertulia bajo el denominador de “Memoria, ficción y realidad”.
La obra consiste en la revisión crítica de una obra anterior del mismo autor (“La malamemoria”) publicada en el año 1999 por lo que deducimos que fue escrita a los 22 o 23 años de edad.
Fue, por tanto, una obra poco madura, reiterativa, falta de ritmo y con notables defectos de construcción de personajes (caso de las mujeres) y de percepción de los acontecimientos acaecidos en la guerra civil y en los posteriores años de posguerra, pintando una España cainita y vengativa.
No obstante hay que reconocerle a “La malamemoria” una conjunción de historias (la de un cacique que fue político del régimen, la de un escritor que indaga en si mismo y sobre el misterio de un pueblo desaparecido, la de los horrores perdidos en el olvido provocado por el fascismo…). Y también una historia que nos habla de la locura como esperanza; del delirio que crea una realidad a medida para poder subsistir a tanto horror y tanta injusticia.
Posiblemente hubiese dado lugar a una magnifica novela de haber sido escrita hoy.
Pero no es “La malamemoria” la novela que hoy nos ocupa.
“¡Otra maldita novela...!” es una atrevida, divertida, exagerada y poco compasiva crítica hecha por un lector/autor, escritor más maduro, con otra visión de la guerra, que se cuela en cada capítulo haciendo purgar a “La malamemoria” de todos sus defectos y abusos de lenguaje.
De este modo, capitulo a capitulo, nos va acercando (a los lectores reales) al crítico de manera que buscamos el defecto para cotejar después con el más exigente resumen de errores ya de pensamiento como de lenguaje y de estructura literaria, enseñándonos a leer con sus ojos críticos, provocando, como si realmente fuera necesaria, la complicidad de los lectores.
Hay modas literarias que imponen las editoriales y el tema de la guerra civil no es ajeno a esa moda. El titulo de esta novela viene a denunciar el abuso de ese tema en los últimos tiempos sin que realmente se haya avanzado en profundidad en destapar la labor de aniquilamiento y de silencio impuesto que fue practicada por el régimen franquista durante tantos años de dictadura. El autor invita a seguir escribiendo sobre el tema pero huyendo del tratamiento banal o superficial.
Agradecemos a Isaac Rosa que con “La malamemoria” nos remueva la memoria de aquellos hechos y etapa y que con “¡Otra maldita novela….!” nos enseñe a leer gracias a esa glosa, tan novedosa, que nos presenta a cada capítulo.

Sevilla 18/02/2009

26 enero 2009

"La mancha humana" de Philip Roth


El autor, la obra y sus personajes

El autor:
Philip Roth nació en Newark (New Jersey) el 19 de marzo de 1933 en el seno de una familia Judía recién emigrada de Europa. Estudió en la Universidad de Chicago un master en Literatura inglesa y ejerció de profesor de Escritura Creativa y Literatura Comparada en diversas universidades. Se retiró de la docencia en 1992.
Escribió su primera novela en 1959 pero el éxito comercial y critico le llegó con “El lamento de Portnoy” en 1969 a partir de cuya fecha escribe y experimenta diversos estilos. Con influencia de Kafka escribe “El pecho” y a finales de los años 70 crea a un protagonista de varias de sus más afamadas novelas: Nathan Zuckerman. Uno de los periodos más fructíferos en la carrera literaria de Roth comenzó con “Operación Shylock” (1993) y siguió con “El teatro de Sabbath” (1995), “Me casé con un comunista” (1998), “La mancha humana” (2000), “El animal moribundo” (2001) fue guión de la película Elegy, “Elegia” 2006 y “Sale el espectro” 2008.

Comentario a su obra
Una prestigiosa revista literaria eligió, por votación de autores actuales, los mejores libros de ficción estadounidenses de los últimos 25 años: de los 22 primeros, seis eran de Roth: Pastoral americana, La contravida, Operación Shylock, El teatro de Sabbath, La mancha humana, y La conjura contra América. El ensayo que acompañaba a los resultados decía: "Si hubiéramos buscado al mejor escritor de los últimos 25 años, Roth hubiera ganado."
Durante toda su vida Philip Roth escribió sobre los miedos. Los alrededor de 35 libros del escritor estadounidense tratan de la moralidad falsa de la sociedad estadounidense, de la familia judía como criadero de neuróticos y la búsqueda de la felicidad a través de la satisfacción sexual.
Sin embargo, en las últimas obras “Elegia” y “Sale el espectro” son la enfermedad, la decadencia física y la muerte quien centra sus reflexiones literarias. Dice el autor que "La vejez no es una lucha. La vejez es una masacre" y "Sólo hay una receta contra el enjevecimiento: aceptar las pérdidas y sacar el mayor provecho de lo que nos queda". Roth vive desde hace más de tres décadas en una granja y teje allí entre hilos autobiográficos y ficticios sus brillantes historias.

La obra: La mancha humana.
Dice en la novela “.....dejamos una mancha, un rastro, nuestra huella,....impureza, crueldad, abuso, error, excremento, semen... somos como los dioses griegos que son mezquinos, se pelean entre ellos, combaten, odian, joden...disipación, depravación, placeres groseros,.....Dios a imagen del hombre...”
Con la referencia puesta en el escándalo Clinton-Lewinsky, relata como Coleman Silk, decano de universidad, ve cómo su reputación y su carrera se arruinan por decir una expresión poco afortunada en un momento inoportuno. La fiebre de lo políticamente correcto ­desata, a partir de una sola frase, consecuencias devastadoras.
Pero la verdad acerca de Silk desarmaría todas las acusaciones.
Es un secreto que guarda desde hace años y que no conocen ni su mujer, ni sus cuatro hijos, ni sus colegas, ni sus amigos, solo sus novias. Es el secreto que le llevó a la ruptura, nunca superada, de su amada Steena, novia de juventud. Es lo que le ha marcado su sino, su accidental destino, la decisión de una mentira de un instante que arrastra durante toda su vida... “cuando las cosas nunca pueden ser distintas de lo que son”.
Coleman siempre aparece con un pie a cada lado de la línea de división establecida: Hace renuncia de sus padres pero critica la separación de sus hijos. Siente orgullo de raza pero la decisión de un instante le lleva a mentir sobre ella, No es ni blanco ni negro.
Solamente permanece en la actitud rebelde, insolente, arrogante del que quiere reafirmar su individualidad y singularidad permanente: “antes individuo que grupo”. La parodia de la Purificación se efectúa en su entierro: con la exaltación del pasado y el tremendo final de la tercera de Mahler: Honor y gloria tras la muerte...de nuevo La mancha humana
Faunia Farley es su joven amante, con el pasado en cajitas debajo de la cama, es la que le hace que olvide el odio y la venganza y le devuelve la última esperanza y felicidad gracias al sexo, a sus setenta y un años. Ella ha sufrido desde niña los malos tratos, los abusos, la miseria, la ignorancia. Un exmarido adiestrado por el sistema para perseguir y matar consigue su objetivo. Coleman y Faunia se necesitan, se entregan y se dan una oportunidad. Coleman le devuelve la dignidad y la ternura, ambos encuentran su consuelo, pero la sociedad puritana no admite ese amor y los condena. Solo por amarse libremente. Por reinventarse.
Delphine Roux es la joven intelectual europea que creyó en el sueño americano, en un país con recursos ilimitados; pero se encuentra con un mundo que no entiende, con una inmensa dificultad para tener relaciones, sexuales o intelectuales, a causa de la anodina y mediocre sociedad americana... aunque siempre le queda Coleman, “un intelectual, profesor carismático, decano influyente, vigoroso y en forma...” ....pero todo esto lo aprecia demasiado tarde....ya lo ha perdido. De nuevo la difamación y la infamia.
Philip Roth revela en “La mancha humana” verdades sobre la sociedad y lo hace con rabia pero sin desprecio, como solo uno ama y odia sus propias cualidades y defectos.
Como el que disecciona con bisturí, hace análisis de la sociedad sin ánimo de justificar ni salvar a nadie y critica la hipocresía, el racismo, el puritanismo, el espíritu persecutorio, el judaísmo, la organización universitaria y, sobre todas las cosas, la mediocridad. El hombre como victima de su entorno ya que el que se resbala suele ser pisado.
En este relato, a Roth no le interesan los líderes. Sus personajes son los que sufren por las guerras; los que se encuentran al borde de la soledad y el fracaso personal, aun teniendo el triunfo social, como la joven Delfhine; los despreciados por la raza, por la sinrazón, la insidia, los desplazados a la cuneta de la vida; todos son las victimas......y nos lo cuenta de la mano de su “otro yo” Nathan Zuckerman a través de quien nos manda mensajes de su preocupación por el sexo, la vejez, la decadencia física y la muerte...pero también por sentir la vida, por la importancia de querer seguir vivo. Por la libertad
La mancha humana y Philip Roth no dejan a nadie indiferente. Y no solo por lo que dice y emociona, sino por como lo hace. Su lenguaje es preciso, vigoroso, inteligente y muy culto. Una lectura que sacia de palabras, que llena de sentimientos encontrados que nos pide seguir leyendo. Una novela intensa y grande donde la ficción solo es superada por la realidad.
Un libro inmensamente humano.

Sevilla 14/01/2009