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20 abril 2016

"El tercer reich" de Roberto Bolaño

Roberto Bolaño (Santiago, 1953 - Barcelona, 2003) Escritor chileno afincado en España desde finales de la década de 1970. Autor de extraordinario talento, forzó los límites de la literatura en una serie de novelas con las que se consagró como una de las voces más importantes y personales de la narrativa latinoamericana. En sólo una década, en una suerte de carrera contra la adversidad, Bolaño dejó atrás la marginalidad y “se convirtió en un cuentista y novelista central, quizás el más destacado de su generación, sin duda el más original y el más infrecuente”, en palabras del también escritor chileno Jorge Edwards.
En 1968 la familia se trasladó a Ciudad de México, donde Roberto pasó su adolescencia concentrado en la lectura. Pronto decidió que quería ser escritor y empezó a trabajar como articulista en diferentes medios. En México fundó, junto con un grupo de poetas mexicanos, un movimiento de vanguardia denominado infrarrealismo. Tras viajar por varios países europeos y por el continente africano, finalmente decidió establecerse en España. Trabajó en múltiples oficios hasta que pudo mantenerse mediante su participación en certámenes literarios. Todas estas experiencias las convertiría, más adelante, en materia de su ficción.
Fijó su residencia en la población costera de Blanes (Girona), donde, sin abandonar su interés por la poesía, se centró cada vez más en la narrativa. En 1993 los médicos le diagnosticaron una grave enfermedad hepática. A partir de entonces Bolaño se obsesionó con dejar un legado literario de importancia y se dedicó aún con mayor ahínco a la escritura y multiplicó sus publicaciones. Ese mismo año vieron la luz Los perros románticos, y la novela La pista de hielo.
El año 1998 fue sin duda un año clave en la vida de Roberto Bolaño, que poco antes había empezado a publicar en Anagrama. Aquel año su novela Los detectives salvajes recibió importantes distinciones: el premio Herralde de novela y el premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos “por la calidad de la obra y su novedosa apuesta narrativa”.
Su estado de salud empeoraba, y decidió consagrar “lo que me quede de vida” a la que debía ser su obra cumbre, 2666. “Consciente de la sombra que la muerte había proyectado sobre él” (Enrique Vila-Matas), siguió escribiendo hasta su fallecimiento, el 14 de julio de 2003, víctima de una insuficiencia hepática.
En 2004 Anagrama publicó 2666, la novela póstuma de Bolaño, una pentalogía de más de mil páginas. Según el crítico Ignacio Echevarría, se trata de la “obra maestra” del autor, una “novela total, sin ningún matiz intimidante o plúmbeo, que toca los grandes temas, como la muerte, el mal o la trascendencia […] una obra polifónica, donde los registros cambian mucho, desde lo policiaco hasta lo épico”.

El tercer Reich.
Udo Berger tiene veinticinco años y está en el mejor momento de su vida. Su pasión y su ocupación son los juegos de guerra; es un campeón en su país, y escribe artículos en las revistas especializadas. Udo y su novia Ingeborg se van a pasar unos días al lugar de la Costa Brava donde él veraneaba con su familia cuando era niño, y se alojan en el hotel Del Mar, el mismo de aquellos días. Prefiere pensar nuevas líneas y estrategias para el Tercer Reich, su juego. Por la noche van a una discoteca y conocen a Charly y Hanna, otra pareja de jóvenes alemanes. El imprevisible Charly será quien introduzca a Udo y a Ingeborg en la pequeña comunidad del lugar, donde circulan turbios personajes como el Lobo o el Cordero. Frau Else, la guapa propietaria del hotel, que ya fascinaba a Udo cuando era un adolescente, o el Quemado, el solitario guardián de los patines de la playa que siempre está cerca, como un testigo mudo y quizá sabio... El Tercer Reich, escrita en el año 1989, es una novela de la primera etapa de Roberto Bolaño, un extraordinario escritor que comenzaba a construir su lenguaje, a depurar sus influencias y maestros, donde ya aparecen algunos de sus grandes temas, como las extrañas formas y deformaciones del nazismo, o que la cultura —los juegos, o la literatura— es la realidad.